domingo, 28 de abril de 2013

Una dictadura a la defensiva (1974-1975)


Luis Carrero Blanco fue asesinado debido a una bomba colocada en el coche que lo trasladaba a sus despachos desde una iglesia madrileña. Como siempre hacía lo mismo, los etarras pudieron planear el crimen sin ningún percance. Era la primera vez que ETA actuaba fuera del País Vasco.
  
Impresionante imagen que muestra el coche explosionado de Carrero Blanco

La preocupación se apoderó del pueblo, Franco se derrumbó en el funeral apoyándose en el hombro de Tarancón y las fuerzas del orden mantuvieron un estado de alerta.

En España había un vacío de poder. Torcuato sustituyó en funciones a Carrero Blanco, hasta que se designó el cargo a Arias Navarro, el cual tenía buenas relaciones con algunos familiares de Franco. La primera decisión fue cesar a los tecnócratas que habían sido colocados por el presidente fallecido. En su discurso ante las Cortes, Arias anunció un programa de reformas políticas y sindicales para dar continuidad y para mantener las bases del régimen. A esto se conoció como el Espíritu del 12 de febrero.

En estos últimos años se agota el desarrollo económico de la dictadura, por factores como fueron la crisis internacional del petróleo (el petróleo era la principal fuente de energía del régimen). Por otro lado, los emigrantes retornan a España, a la vez que se produce un crecimiento del déficit español.

El obispo de Bilbao llamó a recuperar la identidad del pueblo vasco, lo que ocasionó una grave crisis en la relación iglesia-estado. A esto se le conoció  como el caso Añoveros. Otros factores que tuvieron gran importancia para la inestabilidad del gobierno de Arias Navarro fueron:

-Las manifestaciones de la oposición antifranquista
-El crecimiento de la conflictividad social
        -La revolución de los claveles en Portugal, con la que cayó Salazar

Los camisas viejas comenzaron una campaña para evitar cualquier tipo de cambio tras la muerte del Generalísimo. El propio búnker, el sector más radical del régimen, se reforzó. Esto conlleva al cese del jefe del Estado Mayor y a la dimisión de Díez Alegría.

Se designó a Juan Carlos como Jefe de Estado interino, aunque la inestabilidad en las colonias africanas hizo que Franco retomase sus funciones. Se organizaron también referéndums para saber a quién quería el pueblo africano que los gobernase, mandados por la ONU, pero se retrasaron demasiado y Hassan II, rey de Marruecos, comenzó con “la Mancha Verde”, sin ninguna respuesta por parte del Caudillo a causa de su debilidad.


Marcha verde

Con Franco muy enfermo, su médico personal siguió todos los métodos que tenía al alcance para recuperar a su paciente, aunque las esperanzas eran demasiado escasas.


Impactante imagen del Generalísimo días antes de su fallecimiento

Inmovilistas, aperturistas y reformistas (1969-1973)


La España de 1970 vive un marco de conflictividad social. El fin del colonialismo en Guinea y los problemas políticos desembocan en una acusada conflictividad estudiantil. Los movimientos estudiantiles cobraron mayor fuerza durante este periodo y resultaban insolubles para el sistema. La única reacción posible fue el incremento de la represión sobre los sectores universitarios.

Dicho malestar estudiantil tuvo su origen en la incapacidad de adaptación al régimen. De esta forma, la vanguardia antifranquista estaba configurada por la intelectualidad universitaria de manera unánime. En 1973, Villar Palasí, miembro del Opus Dei, propuso modernizar el nivel académico español respetando la institución política establecida.


Manifestación estudiantil

Sin embargo, el aumento constante de la conflictividad social provocó la unión de izquierda y derecha en el marco político español. Por otra parte, el tardofranquismo pierde la oportunidad de articular un nuevo modelo de reforma que asegure la continuidad del régimen. Así pues, también pierde el apoyo de la Iglesia. Este hecho fue interpretado por el propio Franco y Carrero Blanco como una traición.

Abandonar la religión se había convertido en una medida de protesta ante la antigua alianza entre la religión y el franquismo. Dicha alianza tuvo consecuencias perniciosas para la Iglesia en España.

La nueva estrategia del Vaticano pretendía establecer la independencia con respecto al régimen franquista. Se llevó a cabo una negociación del Concordato y el nuevo representante de la Iglesia española, el cardenal Tarancón, encarnaba un exaltado perfil progresista. En 1971, la Conferencia episcopal mostraba una actitud afín a la ideología de Tarancón. Este se convirtió en un obispo político, el cual pretendía separar a la jerarquía eclesiástica del régimen franquista.


Una de las reuniones entre el cardenal y Franco

En el ámbito social, entre 1950 y 1970, se produjo un aumento de la población. Asimismo, se acentuaron factores como el éxodo rural y la emigración. Este contexto, hizo nacer un brote nacionalista en el País Vasco, recelosos de los nuevos inmigrantes que podían modificar sus tradicionales estilos de vida. La larga tradición vasca hacia política radical derivó en la creación de ETA (“Patria Vasca en libertad”).

Dicha asociación estaba formada por el clero conservador, amparado en el fuero vasco, y militantes independentistas del PNV. Propugnaban una acción directa y en 1969 provocaron numerosos asesinatos en el territorio vasco. En 1953, tras la detención de varios de sus miembros, ETA fue considerada aparentemente desarticulada.


Represión contra dos de los etarras apresados

Algunos de sus ataques fueron evitados, como es el caso del intento de asesinato del propio Caudillo en sus vacaciones en el Pazo de Meirás.

En el juicio de Burgos, se contaba con 16 detenidos pertenecientes a ETA, de los cuales 9 de los procesados fueron condenados a muerte, a pesar de las demandas de clemencia. En cierto modo, las acciones terroristas de este grupo eran legitimadas por algunos sectores de la sociedad.

El 17 de diciembre de 1970, el franquismo más intransigente hizo una convocatoria de masas en la plaza de Oriente de Madrid con el fin de mostrar su apoyo al caudillo. El 30 de diciembre, se firmaron los indultos para evitar que el régimen cayese en el desamparo.

Así, este período franquista puede concluirse como una etapa de depresión del régimen. El apoyo de la sociedad vasca, los excesos policiales y los frentes de oposición incentivaron el surgimiento del terrorismo como medida de reacción. De esta manera, ETA fue fundamental como movimiento antifranquista.

Turismo y política de censura de la información


La sociedad española sufrió un acelerado proceso de modernización desde la Guerra Civil hasta los años 60. Aquellos que se habían exiliado volvían con una mentalidad totalmente cambiada a la que se fueran. Por otra parte, internacionalmente el franquismo no llegó a considerarse una ideología como son el fascismo o el lenilismo.

Serrano Súñer era el responsable de la propaganda y el periodismo del Estado Franquista. Él mismo dictó una ley para regir al periodismo de una manera disciplinaria e inspirada en el fascismo. Cuando cayó en desgracia Súñer, Fraga tomó las riendas e instauró la ley Fraga, un poco más abierta.

El gobierno consideraba a la prensa como una institución nacional que debía controlarse mediante sanciones muy severas a los que se alejasen de lo permitido. Se llevaba a cabo una vigilancia constante de todo lo que se publicase. También se decía que escribir o la posición y el tamaño década artículo; en otras palabras: escribir lo que quiere que se escriba. Con Súñer los periódicos falangistas tenían privilegios.

El gobierno tenía el lujo de poder borrar a un periódico del Registro de Empresas Periodísticas para que no se publicase. También, si un estudiante quería entrar en estudios periodísticos, éste tenía que jurar fidelidad al régimen. Se puede decir que existía un control político de los periodistas.

Ejemplo de sanción al diario "Madrid"

La Iglesia también obtuvo una posición importante gracias a su presión para que se le permitiese publicar artículos sobre su doctrina.

Fraga, nombrado ministro por Franco en 1962 para intentar que se suavizase la censura. Este ascenso simbolizaba un intento de adaptarse a la modernidad de la época. Su principal misión fue la de mantener un equilibrio entre la imagen libre del gobierno y mantener bajo control a la prensa.

Los periódicos buscan como bordear la censura para informar de la manera más “libre” posible. Es la prensa católica la que va introduciendo la semilla de la democratización.

En 1964 se escribe el primer borrador de la Ley de Prensa, al que Franco le hizo una serie de cambios, siendo necesarios 4 borradores más para poder presentarlo ates los ministros.

Por último en lo referente al turismo, las acertadas medidas, las mejores condiciones de vida de los españoles y las tres “eses” que buscaban los turistas provocaron un incremento exagerado en el número de turistas que llegaban a España. A inicios de los 50 el número no llegaba a 1 millón y, 20 años después, se superaban los 24 millones.

Una de las anécdotas más recordadas sin duda será la de Fraga bañándose en la playa de Palomares junto al ministro americano, y es que en esa playa se perdieran dos bombas de nitrógeno provenientes de dos aviones americanos que habían colisionado.

                                          El ministro Fraga, tras su baño en Palomares

Para finalizar, cabe señalar que con el turismo se introdujeron en España unas ideas mucho más abiertas que las existentes, cambiando radicalmente la mentalidad española.

El plan de estabilización


Tras una etapa en la que se puso de manifiesto el fracaso de la política autárquica, se manifestó la necesidad de una reforma que paliara el hambre y la miseria que se extendían por toda España.

A la altura de 1959 el gobierno con el fin de superar el modelo autárquico intervencionista promulga el plan de estabilización y liberalización.

Se abre el comercio al exterior y se empieza a recibir ayuda americana. Para llevar a cabo tales modificaciones, se introducen en el gobierno una serie de técnicos conocidos como tecnócratas, los cuales a pesar de no tener formación política, sí la tenían en economía, sociología…

Sin embargo, el verdadero motivador de estas reformas, fue el pueblo. La etapa autárquica había dado lugar a una situación de pobreza extrema, lo que provocó una movilización colectiva importante.

Dentro de dicho plan se incluían medidas como un mayor rigor presupuestario, restricción crediticia, devaluación de la peseta, apertura al exterior…

Fue posible gracias a una serie de factores que contribuyeron al saneamiento de la banca, al alivio del déficit fiscal y el mantenimiento de la demanda.

España se convirtió así en una alternativa digna de inversión para el extranjero además de un destino turístico importante.

El Caudillo con Eisenhower, presidente americano

domingo, 7 de abril de 2013

La España de la liberación


A comienzos de los años 50, España presentaba el menor consumo energético de todo el continente y su renta per cápita era similar a la de los países subdesarrollados. Además, el aislamiento internacional le llevó a quedarse fuera del Plan Marshall. De esta forma, se puede considerar la década de los 40 como un período perdido para el desarrollo económico del país.

En este contexto, se defendía a ultranza la industria local deficitaria y, como consecuencia, la escasez, el hambre y el mercado negro se adueñaron del país. Ante dicha situación, el gobierno tomó la determinación de industrializar el país. Con este propósito, se desarrollaron la industria de la siderurgia y la hidroeléctrica. Sin embargo, hubiese sido una mejor elección potenciar el sector agrario, base económica de la España del momento. Pero el gobierno franquista prefería consolidar el proyecto imperial de la industria.

Ciudadanos esperando para recoger alimentos (racionamiento)


Por otra parte, la concepción política de Franco, contraria al liberalismo, chocaba con el sistema económico expandido por todo Occidente. No obstante, España era un país pobre en recursos económicos y no podía permitirse una política autárquica.

En los años 40, el 33,7 % de la población no disponía de agua potable; el 20 % no tenía energía eléctrica y el 94 % carecía de calefacción. Como consecuencia, en 1951 el retraso económico español era una evidencia. La eliminación de sanciones por parte de la ONU en el año 1949 y la llegada de ayuda americana, también en 1949, supone el fin de la autarquía pura. A partir de este momento, se lleva a cabo una autarquía más moderada, donde cobran mayor importancia la iniciativa privada y el comercio.

Así pues, la renovación del país también comportó sus secuelas. En 1958, España presentaba un menor volumen de reservas y había acumulado deuda exterior. Sin embargo, esta crisis había sido consecuencia del rápido desarrollo económico de la década anterior.

Ante el problema que se presentaba, Carrero Blanco propuso una coordinación de la estructura estatal con mayor eficiencia. Las medidas propuestas perseguían objetivos como evitar la inflación. Asimismo, había una intención de superar la crisis reformando el sistema; es decir, volviendo a la estricta autarquía intervencionista, caracterizada por el racionamiento y el aislamiento.

No obstante, España no podía quedarse de nuevo fuera del desarrollo europeo por motivos ideológicos. La crisis agraria de 1959 había dejado al país sin divisas y, ante este contexto, Mariano Navarro Rubio formuló un plan económico aceptado por Franco. Así, la peseta se devaluó frente al dólar. Además, se produjo un camino hacia la institucionalización monárquica, lo cual comportó una apertura económica exterior. Esta nueva política económica sufragó los siguientes 20 años del franquismo. Al mismo tiempo, otros beneficios se derivaron de la reforma: aumento de la natalidad gracias al plan de estabilización, superación de la independencia de Marruecos…

sábado, 6 de abril de 2013

Del falangismo al comienzo de la tecnocracia

Los años 50 fueron años de consolidación del régimen sin cambiar en lo esencial.  La Falange, la corriente mejor estructura del franquismo, había ido perdiendo peso y acusaban a Franco de haber traicionado los principios del movimiento, aunque Franco siempre exaltó a la Falange como guardiana de la doctrina del régimen. Este descontento aumentó  por que se normalizaron las relaciones con la Iglesia y ministros católicos se convirtieron en adversarios de ésta.

La sociedad española había cambiado desde el inicio del gobierno franquista, y Franco se encontraba muy confuso de las decisiones que debería de tomar en un futuro. Esta confusión era tal que le permitió a la Falange llevar a cabo medidas que no había permitido con anterioridad.

En 1957 hizo un cambio en su gobierno con vistas a reforzar su autoridad personal, asesorado por Carrero Blanco. Cesó a 12 ministros, incorporó a técnicos del Opus Dei. Estos tecnócratas diseñarán junto con Carrero Blanco el proyecto de modernización autoritaria del régimen abriendo su economía a la vez que la racionalizaron. En definitiva, Franco optó por archivar el tema de la institucionalización del régimen y la cuestión sucesoria.

El gobierno de la década de los 50 tuvo varios éxitos en política exterior con el Vaticano, EEUU y la entrada en la ONU, pero principalmente fue un gobierno confuso que no tenía claro que dirección era la adecuada.

Los años 60 comenzaron con el nombramiento de Muñoz Grandes como vicepresidente del gobierno. En esta acción Franco dejaba ver que el control quedaba en el ejército si ocurriese un accidente que terminase con su vida. El contexto español cambió por completo: se modernizó la industria, hubo cierto desarrollo económico y las protestas eran cada vez más abundantes. La cuestión sucesoria cada vez se complicaba más puesto que Don Juan no cedía los derechos sucesorios a su hijo Juan Carlos, que había sido preparado académica y militarmente. En 1962 el príncipe se casó con la princesa Sofía, hija de los reyes de Grecia.

                                                           Boda de Don Juan Carlos y Doña Sofía

En el nuevo gobierno se enfrentaban los tecnócratas encabezados por Carrero Blanco, los cuales aspiraban al retorno de la monarquía sin modificar el régimen, regirse por una tecnocracia; y los continuistas, básicamente falangistas, que querían que el régimen sobreviviese a Franco más allá de la figura del rey.

Frente a la insistencia de Don Juan en que él era el heredero legítimo, Carrero Blanco inició la "operación Salmón" para colocar a Juan Carlos en la línea de sucesión de Franco. Unas declaraciones a la agencia EFE terminaron de convencer al caudillo a favor del príncipe. Por último, el 21 de julio de 1969 se presentó ante el consejo la resolución y el día siguiente ante las cortes, lo que causó cierto malestar en el grupo de los falangistas.